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En esta Crisis, quizás te quedes sin trabajo...

Terminamos dentro de una piscina cuando elegimos tirarnos o cuando nos empujan… Es por eso que se dice que hay emprendedores por “Oportunidad” y emprendedores por “Necesidad”.


Los momentos de crisis son momentos que nos permiten descubrir de que estamos hechos, que tan fuerte es nuestra esencia, que tiene nuestro ADN.


Nuestro día a día nos presenta problemas que los solemos abordamos con conocimiento técnico y nuestra competencias y habilidades, pero hay ocaciones que esos desafíos pone a la luz nuestra inteligencia emocional.


Como siempre digo, un emprendedor puede o no puede ser un buen Líder, puede o no puede ser un buen negociador, puede o no puede ser un buen comunicador, puede o no puede ser un buen motivador, puede o no puede saber de Finanzas, puede o no puede saber de Marketing, de Recursos Humanos,… Lo que no le puede faltar a un emprendedor es “La capacidad de asumir riesgo”, y esa capacidad reside en nuestra esencia en nuestras creencias, en nuestros valores, en nuestra identidad. Los recuerdos conscientes e inconscientes que traemos en nuestra memoria y en nuestra alma y que tanto la hemos trabajado, jugarán un papel importante al momento de accionar, al momento de asumir riesgo.


En momentos de crisis, grandes empresas se funden y por cada una de ella, se fundan muchas empresas pequeñas. Todas de ellas lideradas por personas que creen en sí mismo, personas que no se quedan a esperar que las cosas ocurran, personas que tienen capacidad de asumir riesgo, personas denominadas emprendedores.


Un emprendedor nace emprendedor cuando su memoria sementaria, su memoria pre-verbal, y los hechos que ha experimentado en el recorrido de su vida no han dañado su autoestima, la confianza en sí mismo. Si así no fuera, el emprendedor requerirá de un Coach para que pueda empoderarlo trabajando sobre esos acontecimientos para revertir el punto de vista y romper creencias limitantes.

Un emprendedor, en su primer proyecto de negocio, requiere de una hoja de ruta que lo haga transitar por todas las áreas que componen una empresa sin subestimar ninguna de ellas y que mejor que un Mentor para que lo guíe en este proceso. Acortar la curva de inducción y aumentar la probabilidad de éxito de los resultados esperados, es lo que se obtiene.

Un emprendedor no completa la lista de requerimientos que necesita un proyecto de negocios. No posee la totalidad de los conocimientos técnicos necesarios: Marketing, Ventas, Finanzas, RRHH, Procesos; por mencionar los más relevantes, ni tampoco posee la totalidad de las competencias y habilidades necesarias: Capacidad de Visionar, de reunir recursos, de comunicar, de motivar, de resolver conflictos, de desarrollar procesos, de supervisar procesos, de autocrítica, de corregir procesos. Por lo que necesita formar un equipo multidisciplinario sin olvidar ninguna de las funciones claves de éxito del proyecto.

Como testimonio Jack Dorsey (fundador de Twitter) una de sus claves de éxito fue distribuir su semana en las diferentes áreas de su startups, dedicando por ejemplo, el lunes para ver finanzas, martes marketing, miércoles procesos, jueves alianzas, viernes rrhh, sábado entrevistar talentos… esto evita que el emprendedor se quede en su zona de confort, solo atendiendo lo que sabe hacer, subestimando el resto de las áreas que son tan o más importante que la que domina por conocimiento y experiencia.


En momentos de crisis, grandes empresas se funden y por cada una de ella, se fundan muchas empresas pequeñas. Si eres uno de esos líderes que creen en sí mismo, que no espera que las cosas ocurran. Si estás dispuesto a asumir riesgo y autodeclararte emprendedor, prepárate para el empujón porque bajo este contexto la empresa en la cual trabajas puede ser de esas grandes empresas que no están conducidas por emprendedores sino tan solo por empresarios y que no podrán pasar este desafío.


Si eres un joven empresario y aún tienes vivo tu espíritu emprendedor, recuerda tus inicios, recuerda cuando redactaste el propósito de tu proyecto, recuerda con la pasión que reclutaste a tu equipo de trabajo, pon el switch en “modo creativo” porque necesitarás tu mejor versión de emprendedor. Haz uso de las nuevas tecnologías, sabiendo que luego de lo que estamos viviendo cambiará el comportamiento y las demandas del mercado. Realiza una re-ingeniería de tu propuesta de valor basado en el propósito de tu negocio, quizás solo sea lo que tengas que conservar en esta reconstrucción del modelo de tu proyecto.


Si algo tenemos que aprender es el significado de un proyecto de triple impacto, un proyecto con impacto “Económico”, impacto “Social” e impacto “Ambiental”. Luego de ver el contraste del planeta en actividad y el planeta en reposo, tenemos que tomar consciencia del daño que generamos día a día con el afán de ser más rentables, más productivos, ignorando los daños sociales y ambientales que colateralmente producimos.

Si entiendes lo que te estoy diciendo, podrás también transformar el empujón que la crisis te puede dar en un zambullón placentero a la piscina de la libertad económica y financiera. Que la necesidad se transforme en una oportunidad.

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